Abrí los ojos más temprano que de costumbre, quizás inconcientemente
aferrado al ritmo de la ciudad, para encontrarme sumergido en un mar
de calma salpicado por el ruido de las gotas de lluvia.
El otoño se despide tardíamente invitandome a disfrutar de esta paz
en medio del bosque. Paz acompañada por el canto de los pájaros y el
repiqueteo de las gotas sobre los pinos del lugar.
La rigidez de mi almohada busca transformarse en comodidad, queriendo
devolverme a disfrutar de un pequeño sueño.
.: Enviado desde iPod :.
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